Javier Goyeneche: «El modelo de la moda que tenemos no funciona»

El fundador de la firma textil Ecoalf de ropa sostenible cree que hay que aprender de la crisis del covid-19

Post-. El Periodico - Luis Miguel Marco

Javier Goyeneche, director de la firma textil Ecoalf. / ECOALF

Defensor de la moda eco, Javier Goyeneche (Madrid, 1970), al frente de la marca Ecoalf, cree que deberíamos sacar algo en claro de esta crisis.

-¿Le sorprendió que Giorgio Armani dijera que ya está bien de tanto derroche en la moda?

-La suya desde luego es es una voz autorizada y lo que decía en su carta pública es que la moda se ha dejado llevar por un calendario endiablado por culpa del 'fast fashion' y que esa carrera ha hecho que las marcas de lujo vayan también con la lengua fuera, con continuas promociones y con ropa que parece quedar obsoleta cuando no debería ser así. La rapidez no casa con el lujo. Tampoco esos grandes desfiles grandilocuentes.

-Usted fue pionero en hacer prendas sostenibles. ¿Fue fácil?

-Recuerdo que nos decían si éramos los nuevos hippies. Era en el 2009 y reciclar tenía un componente peyorativo, de cojo el edredón viejo de la abuela para hacer una mochila. Y no. Queríamos prendas de calidad y demostrar que no había que seguir cavando más profundo para sacar petróleo, que había que reutilizar los recursos y que necesitamos una economía circular. El otro día leía que una de las mayores compañías de algodón del mundo quema 7.000 hectáreas de bosque en Etiopía para plantar más algodón, ¿para qué?, para hacer más camisetas de seis euros que consumen miles de litros de agua y que acabarán en el vertedero en un par de años. ¿Estamos locos o qué?

-Esta situación dramática y extraordinaria, ¿debería servir también para pensar en eso?

Tiene que ayudar a tomar una serie de decisiones, de entrada a nivel personal. A ver si entre todos somos capaces de imponer otro modelo económico en la moda porque el que tenemos claramente no funciona si sigue dando la espalda el equilibrio del planeta. Yo por ejemplo confío mucho en las energías ronovables.

-¿Hay cada vez más proveedores de tejidos reciclados?

-Sí, pero ha costado encontrar tejidos chulos. Por eso empezamos nosotros a desarrollarlos en colaboración con proveedores de todo el mundo. Desde hace unas temporadas se pueden encontrar buenos tejidos y a precios competitivos. Luego hay que hacer ropa con ese mensaje ecológico que no sea un horror.

-¿Sabe que hay gente que todavía no se cree que a partir de una botella de plástico, de café o de un red vieja se saca hilo?

-Pues no tienen más que mirar los vídeos donde explicamos que es fácil convertir todo eso en polímero y llegar al hilo. Del petróleo a uno de nuestros tejidos son unos 17 pasos, de una red de pesca vieja, siete. Se ahorra mucha agua y energía. 

"Hay que comprar menos  y mejor. Veo a gente sensible con la ecología que luego adquiere 20 camisetas al año"

-¿Y por qué la ropa sostenible, de entrada, sale más cara? 

-A la larga no lo es. El consumidor tiene mucha fuerza, más de la que cree, y si muchos tiraran por ahí en serio los costes se reducirían. Pero yo veo a muchos jóvenes concienciados y sensibilizados por el medio ambiente que luego compran 20 camisetas al año. Pues así vamos mal.

-¿El cambio de armario estos días con el calor debería haber servido para algo?

-Espero que para pensar que hay que comprar menos y mejor. La compra por impulso, irracional, incentivada por las promociones, las rebajas, movidas como el black friday, no tiene sentido. Luego llegan las devoluciones. Si se mide en términos de emisiones, es una locura. 

-Usted plantea que no hay que preguntarse qué planeta vamos a dejar a nuestros hijos sino qué hijos dejamos en el planeta.

-Sí. Muchas veces me preguntan cómo vamos a llegar al 2050 y yo respondo que no tengo una bola de cristal y que lo que ocurra dependerá de nosotros y de lo hagamos hasta el 2050. Todo lo que sea invertir en educación, en investigación y en valores hará que el planeta esté mejor cuidado. Los niños entienden  que hay que cuidar la naturaleza a la primera.

-Habéis colaborado desde el documental Santuario sobre la Antártida con los hermanos Bardem y Greenpeace hasta vestir a los participantes de Masterchef. ¿Eso ayuda? 

-Afortunadamente tenemos mucha gente conocida y popular a la que le gusta la marca y son magníficos embajadores. Nuestros clientes son muy distintos, pero comparten espero los valores de la marca.

-El comercio on line ha aumentado estas semanas de confinamiento. ¿Irá a más?

-Ya veremos. Habrá que analizarlo. Lo terrible es ver las tiendas cerradas y tanta gente en el paro. En nuestro caso el comercio electrónico representa el 15% de las ventas. Lo que no haremos seguro es promociones y rebajas durante la temporada. No entraremos en ese juego que hace tanto daño al sector.

-Mucha gente ha desempolvado estos días la máquina de coser. ¿Qué le parece?

-Era obligado. Y demuestra la gran cantidad de personas dispuestas a echar una mano. El comportamiento de la ciudadanía ha sido ejemplar, lo que no se puede decir del Gobierno.