BRAIN & BEAST
12 SEPTIEMBRE 2020
BRAIN&BEAST
Brain&Beast nace en el año 2010 de la mano de Ángel Vilda. Sus prendas se plantean como juegos, adivinanzas, jeroglíficos de aparente sencillez estructural, que responden a complejas ecuaciones geométricas en las cuales color y materia forman parte de unos códigos donde nada es aleatorio. Así, Brain&Beast propone conjuntos de prendas que combinan emoción y razón, con fuerte influencia de la cultura contemporánea, sin olvidar grandes dosis de sofisticación y sentido del humor.
LÍNEAS DE LAS COLECCIÓN
¿Puede algo existir sin ser percibido? ¿Se puede afirmar que existe cuando su existencia es desconocida? Por ejemplo: ¿el sonido es sonido sólo si una persona o animal lo oye? ¿Existe un árbol si no hay nadie alrededor para ver, oír, tocar u oler ese árbol? Existe naturalmente desde un punto de vista científico porque tanto los humanos como los animales somos capaces de percibirlo.
En el siglo XVIII George Berkeley desarrolló el “idealismo subjetivo” para responder a estas cuestiones, lo cual se resume popularmente como “existir es ser percibido”. Trata de la doctrina metafísica monista que defiende que sólo existen las mentes y los contenidos mentales, y defiende, influida por el inmaterialismo, que las cosas materiales no existen.
En consecuencia, los objetos percibidos son los únicos que se pueden conocer. Cuando se habla de un objeto real verdaderamente se habla de la percepción que se tiene de ese objeto, y los cuerpos no son más que haces de percepciones.
¿Existe entonces un Big Brother, como escribía George Orwell, imperceptible y vigilante? ¿Cómo explicamos la intuición o habilidad para conocer, comprender o percibir algo de manera clara e inmediata sin la intervención de la razón? ¿Qué poder real tiene la publicidad subliminal, oculta en “frames” de pantalla, para modificar nuestros gustos y hábitos de consumo?
Es aquí cuando se recurre al /DOGMA/ o a la importancia de creer y confiar en principios innegables e irrefutables como base para construir una teoría o doctrina en una profunda dicotomía: si se ve, se cree, pero también se cree en lo que no se puede ver. Y en este caso, intuitivamente y confiando más en la emoción que en la razón, se plantea una historia a modo de ‘flashback sentimental’ como necesidad de revivir sensaciones ya vividas para perpetuarlas. Existen si vuelven a sentirse, y se vuelve allá donde se fue feliz sin una nueva interpretación, literalmente, como una religión o quizá como un planteamiento de estilo de vida. También se brinda la oportunidad a generaciones posteriores para que experimenten las fórmulas estilísticas originales, las primeras versiones, y así las integren ahora en sus vidas como nuevos referentes perceptibles y, por lo tanto y según Berkeley, reales.
Prendas que son o no son, piezas invisibles, elementos que sostienen otros elementos en el vacío y siluetas que evocan tiempos felices en una realidad dogmática: la que asegura que la verdad es elástica y las mentiras, a base de repetirlas, se convierten en verdades, donde existe la trampa…; y que, vigilados o no, manipulados o sí, esta historia no es más que un viaje a la felicidad, esa realidad desconocida e intangible donde lo importante es creer.